Por qué ignorar las fugas en sistemas de aire comprimido pone en riesgo el cumplimiento de la norma ISO 50001 y la rentabilidad
Por Justin Sheard, experto en imagen acústica de Fluke
Los sistemas de aire comprimido son fundamentales para innumerables operaciones industriales, ya que alimentan desde herramientas de producción hasta equipos de manipulación de materiales. Sin embargo, para muchas instalaciones, estos sistemas también representan una fuente oculta de desperdicio de energía y un riesgo operativo.
Las fugas en un sistema de aire comprimido pueden parecer una molestia menor, un simple silbido de fondo o una ligera caída en la presión del sistema. No obstante, pueden socavar tanto la rentabilidad como el cumplimiento de estándares internacionales de gestión de energía, como la ISO 50001.
Tras trabajar con equipos de mantenimiento en diversas industrias, se ha observado la rapidez con la que las pequeñas fugas pueden conducir a consecuencias financieras y regulatorias significativas. En este artículo, se explicará por qué la detección proactiva de fugas es fundamental, cómo se relaciona directamente con los indicadores de desempeño de la norma ISO 50001 y cómo las tecnologías de detección modernas pueden mejorar significativamente las operaciones impulsadas por el cumplimiento.
El argumento de negocio: Por qué las pequeñas fugas representan un gran problema
En la mayoría de las instalaciones, el aire comprimido es uno de los servicios más costosos de producir y uno de los más fáciles de desperdiciar. Las fugas de aire obligan a los compresores a trabajar más duro y por más tiempo, consumiendo más electricidad para mantener la presión del sistema. Esta carga adicional no solo aumenta los costos de energía, sino que también acelera el desgaste de los compresores, lo que resulta en mayores gastos de mantenimiento y potencialmente acorta la vida útil de los equipos.
Los datos de la industria muestran que las fugas pueden representar entre el 20 % y el 30 % de la demanda total de aire comprimido. Incluso en un sistema bien mantenido, una sola fuga pequeña, indetectable al oído en una planta ruidosa, puede desperdiciar un valor financiero significativo en energía cada año. En sistemas de alto uso, el costo combinado de decenas o cientos de pequeñas fugas puede igualar o superar el costo de proyectos de capital importantes.
El impacto financiero no se limita a la factura de servicios públicos. En operaciones donde las herramientas y procesos neumáticos son críticos para la calidad del producto, la presión de aire reducida debido a las fugas puede causar problemas de rendimiento, defectos o tiempo de inactividad. Un fabricante de equipos pesados, por ejemplo, descubrió más de 140 fugas en un solo día utilizando un generador de imágenes acústicas; algunas de ellas afectaron directamente la precisión del par de las herramientas en la línea de producción.
El vínculo con ISO 50001: Indicadores de Desempeño Energético en riesgo
ISO 50001 es una norma internacional para sistemas de gestión energética, diseñada para ayudar a las organizaciones a mejorar continuamente su desempeño energético. Un elemento central de la ISO 50001 es el concepto de Indicadores de Desempeño Energético (EnPIs), métricas cuantificables que muestran si la eficiencia energética de su instalación está mejorando.
Las fugas en su sistema de aire comprimido pueden degradar estos indicadores de forma directa y medible. La energía adicional requerida para compensar las fugas aumenta su intensidad energética general, lo que puede dificultar el cumplimiento de los objetivos internos y los requisitos de conformidad externos.
En términos prácticos, si opera bajo la norma ISO 50001 e ignora las fugas de aire, usted se arriesga a:
- No cumplir con los objetivos documentados de mejora del desempeño energético.
- Perder oportunidades de ahorros verificables que los auditores esperan constatar.
- Tener que explicar por qué un desperdicio de energía evitable permanece sin abordar.
La detección y reparación de fugas, cuando se documentan, proporcionan la evidencia verificable que los auditores requieren, demostrando que su organización no solo identifica las ineficiencias, sino que también actúa para corregirlas.
Consecuencias operativas de ignorar las fugas
El vínculo entre las fugas, el cumplimiento y la rentabilidad es directo: la energía desperdiciada cuesta dinero y degrada el rendimiento. Sin embargo, las consecuencias operativas son más amplias.
Riesgos de seguridad: Si bien la mayoría de las fugas de aire comprimido no representan un peligro inmediato, pueden contribuir a condiciones inseguras. Por ejemplo, las fugas cerca de equipos sensibles pueden causar un movimiento inesperado de las herramientas, y las liberaciones de alta presión en áreas confinadas pueden ser peligrosas para la audición y la seguridad del operador.
Degradación del sistema: Las fugas persistentes obligan a los compresores a ciclar con mayor frecuencia, aumentando el desgaste de motores, rodamientos y sellos. Estas fugas también afectan a equipos auxiliares como secadores, filtros y reguladores, ya que estos equipos deben procesar mayores volúmenes de aire para satisfacer la demanda. Con el tiempo, esto puede conducir a averías más frecuentes y a una vida útil más corta de los componentes.
Desperdicio de energía e impacto de carbono: Cada kilovatio-hora utilizado para compensar las fugas aumenta la huella de carbono de su instalación. Para las organizaciones que buscan objetivos de sostenibilidad, ya sean impulsados por compromisos corporativos o mandatos regulatorios, ignorar las fugas entra en conflicto directo con esos objetivos.
Calidad de producción y tiempo de actividad: La baja presión del sistema causada por las fugas puede afectar el rendimiento de las herramientas y la precisión de las máquinas. En industrias donde la precisión es crítica, esto puede conducir a defectos, retrabajos o incluso devoluciones de clientes. Por ejemplo, en el caso de estudio de Aspire Bakeries, las fugas de aire comprimido contribuyeron tanto al tiempo de inactividad como a problemas de manipulación del producto hasta que la instalación implementó un programa de imagen acústica.
Por qué un sistema moderno de detección de fugas de aire transforma el enfoque
Los métodos tradicionales de detección de fugas—como escuchar silbidos o usar agua jabonosa— son lentos, requieren mucha mano de obra y a menudo son poco prácticos durante la producción. Además, dependen en gran medida de la experiencia del operador y de la proximidad a la fuga.
Los detectores modernos de fugas de aire, como la serie de imagen acústica de Fluke, utilizan un arreglo de micrófonos para detectar frecuencias sónicas y ultrasónicas. El generador de imágenes acústicas superpone estos datos de sonido en una imagen en tiempo real, creando un SoundMap™ que identifica visualmente la ubicación de las fugas, incluso en entornos ruidosos o a distancias de hasta 50 metros.
Con características como la estimación LeakQ™, estos generadores de imágenes no solo le muestran dónde está la fuga, sino que también proporcionan un caudal estimado y un impacto de costo anualizado basado en los datos de energía específicos de su instalación. Esto transforma la detección de fugas de una tarea reactiva de resolución de problemas en una actividad de mantenimiento proactiva y que apoya el cumplimiento.
Cómo la detección de fugas apoya el cumplimiento de la norma ISO 50001
Para la norma ISO 50001, el cumplimiento no se trata de alcanzar un objetivo energético único, sino de la mejora continua. La detección de fugas apoya este principio de tres maneras fundamentales:
- Bases de referencia cuantificables: Los estudios iniciales de fugas crean una base de referencia documentada del rendimiento del sistema. Esto se convierte en el punto de referencia para medir futuras mejoras.
- Planes de mejora accionables: Las listas de reparación priorizadas permiten a los gestores de energía abordar primero las fugas con el mayor costo e impacto energético, logrando mejoras rápidas que pueden documentarse para fines de auditoría.
- Resultados verificables: Los estudios de fugas posteriores a la reparación verifican que las reparaciones se han completado con éxito, lo que permite comparaciones claras de antes y después para la elaboración de informes de EnPI.
En la práctica, esto significa que cada fuga que se detecta y repara se convierte en un paso documentado hacia el cumplimiento y en un aspecto que los auditores y las partes interesadas valoran en gran medida.
Ejemplos reales: Cumplimiento y rentabilidad en la práctica
Fabricante de equipos pesados: Cuando un fabricante realizó un estudio completo de la planta con un generador de imágenes acústicas, encontró y reparó entre 30 y 40 fugas en pocas horas, incluyendo muchas en ubicaciones a las que habría sido imposible acceder durante la producción con métodos tradicionales. Al reparar primero las fugas más grandes, se redujeron los tiempos de funcionamiento del compresor, se extendieron los intervalos de mantenimiento y se mejoró la precisión del par de las herramientas en la línea.
Lea el caso de estudio: Agilización de la detección de fugas en sistemas de aire comprimido
Aspire Bakeries: En la planta de Cayce de Aspire Bakeries, las fugas de aire comprimido contribuyeron a un mayor consumo de energía y a más de 100 eventos de inactividad relacionados con fugas al año. Tras adoptar la imagen acústica con LeakQ™, el equipo priorizó las reparaciones en función del impacto económico, integró la detección de fugas en su programa de mantenimiento preventivo y se acercó a sus objetivos energéticos alineados con la ISO 50001.
Parada de Mantenimiento Petroquímica (TAR): En un entorno de parada de mantenimiento de alto riesgo, la imagen acústica permitió la detección de fugas a una distancia segura, reduciendo el tiempo necesario para las inspecciones y mejorando tanto la documentación de cumplimiento como la seguridad operativa.
El diagnóstico impulsado por el cumplimiento conduce a mejores resultados comerciales
Los estándares de gestión energética como la ISO 50001 enfatizan tanto la medición como la verificación, porque al monitorear el rendimiento y actuar sobre los datos, sus sistemas funcionan mejor, por más tiempo y de manera más eficiente.
El diagnóstico impulsado por el cumplimiento, ya sea para energía, seguridad o calidad, crea una cultura donde los problemas se abordan antes de que escalen a fallas. En los sistemas de aire comprimido, esto significa:
- Mejor calidad: La presión constante respalda el rendimiento preciso y repetible de las herramientas.
- Mayor tiempo de actividad: Menos averías y menos tiempo de inactividad no planificado.
- Menores costos: Uso de energía reducido, menores gastos de mantenimiento y vida útil prolongada del equipo.
- Confianza regulatoria: Evidencia clara y auditable de las acciones de ahorro de energía.
Conclusión
Ignorar las fugas de aire comprimido no solo afecta la rentabilidad, sino que también pone en riesgo su estado de cumplimiento con la ISO 50001 y otros marcos de gestión energética. Los sistemas modernos de detección de fugas de aire hacen que sea más rápido y fácil encontrar y priorizar las fugas, integrar las reparaciones en su programa de mantenimiento y demostrar una mejora continua.
Ya sea que su objetivo sea mantener el cumplimiento, mejorar la rentabilidad o avanzar en los compromisos de sostenibilidad, la detección proactiva de fugas es una de las actividades de mantenimiento con mayor ROI que se pueden implementar.
Acerca del autor
Justin Sheard es un líder experimentado en desarrollo de productos que se especializa en tecnología de imagen térmica y acústica, particularmente en aplicaciones de mantenimiento preventivo. Con múltiples patentes y publicaciones, Justin es un experto reconocido en la industria. Se dedica a avanzar en las prácticas de mantenimiento preventivo a través de soluciones de imagen innovadoras que ayudan a los profesionales de mantenimiento a prevenir el tiempo de inactividad no planificado y a mejorar la eficiencia operativa.