En la temporada cálida de verano, el equipo de enfriamiento funciona casi a su máxima capacidad. Si este equipo se usa para funciones esenciales del edificio, por ningún motivo se aceptará cualquier tiempo de inactividad del mismo. En el extremo más sensible del espectro, los hospitales confían en sus sistemas centrales de enfriamiento para áreas importantes de cuidado de pacientes, como los quirófanos y las salas de emergencia. Si se pierde el enfriamiento, las condiciones ambientales inferiores podrían suponer una amenaza para la salud del paciente y prevenir que se programen los procedimientos o crear posibles responsabilidades.