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Obtención de la temperatura correcta con el paso del tiempo

Temperatura

Adam Wegener trabaja con cerámica y da clases en Portola Valley, CA. El año pasado compró un multímetro digital Fluke 189 y un termopar de alta temperatura en una tienda de cerámica local que le permitió medir temperaturas de hasta 1260 ºC. Ahora usa el 189 para registrar la temperatura a lo largo del ciclo de calentamiento y enfriamiento de 30 horas. Después, carga las temperaturas en su ordenador y usa la temperatura máxima y los niveles de calentamiento para perfeccionar la próxima cocción.

Cuanto más aprendo sobre cerámica, más consciente soy de todo lo que desconozco. El verano pasado descubrí la fabricación avanzada de cerámica, incluso la fabricación de glaseados desde cero. Pasé mucho tiempo aprendiendo sobre la cocción de mi propio horno y sobre cómo perfeccionar el proceso. La cocción de una pieza puede moldear o destruir su apariencia final. Saber lo que está sucediendo en el horno es importante (mediante la supervisión con mi termopar y multímetro) porque los diferentes productos químicos se funden a diferentes temperaturas en los glaseados. Resulta importante cocer a la temperatura para la que la arcilla y los glaseados están hechos a fin de lograr la resistencia máxima y la seguridad de los alimentos. Mientras el horno se calienta, emite calor sobre las piezas, por lo que no solo es importante supervisar la temperatura, sino también para la tasa de calentamiento y de enfriamiento.

Las cerámicas utilizan una escala de temperatura de diferentes conos para materiales compuestos, que se fabrican para curvarse cuando se ha aplicado una cantidad específica de calor. Orton es la empresa que suministra esos "conos". Las temperaturas para la cerámica abarcan un rango que va desde el fuego bajo (aprox. 650 ºC) hasta el alto (aprox. 1315 °C). Cuando hablamos de temperaturas de cocción de cerámica, se puede hacer referencia a la temperatura como "cono 5" (lo cual correspondería a aprox. 1200 ºC de temperatura máxima). Los números de cono y sus temperaturas de maduración correspondientes se encuentran en el sitio web de Orton. Las temperaturas van así (un 0 delante funciona como un signo [-] y la escala es como una línea de números absolutos:
Cono 022 (590°°C), cono 021…cono 05 (aprox. 1044°°C), cono 04…cono 1, cono 2…cono 5 (alrededor de 1207°°C), cono 6…cono 10…cono 12 (alrededor de 1326°°C).

Cuando cuezo mis piezas de cerámica, la cocción inicial se llama cocción de bizcocho. Esta cocción inicial a cono 05 (a aprox. 1044 ºC), les da cierta resistencia a las piezas y las hace porosas para que puedan absorber el glaseado. A continuación, las piezas se sumergen en el glaseado y se vuelven a cocer. A esta segunda cocción se le llama cocción de glaseado. Los diferentes glaseados están hechos para diferentes "conos". Yo glaseo a cono 5 (a alrededor de 1207 ºC), lo cual significa que, a esta temperatura, la arcilla y el glaseado que uso serán óptimos para la resistencia y para la seguridad de los alimentos. La supervisión de las cocciones con el multímetro digital me ayuda a identificar por qué puede haber imperfecciones en mis resultados. Muchas veces el calentamiento rápido puede hacer que los glaseados hagan burbujas y que no queden suaves.

Normalmente uno se queda con lo que obtiene tal como salen las cosas del horno. Si no le gusta el glaseado de una pieza es muy difícil intentar volver a aplicar el glaseado y volver a cocerla porque la pieza ya no es porosa. Con el recocido se corre el riesgo de que las piezas se quiebren o se estropeen más. Algunas veces he vuelto a cocer para eliminar las burbujas del glaseado. Este recocido permite trabajar más con calor sobre la pieza y el glaseado se volverá líquido nuevamente y se suavizará. Las diferentes temperaturas de cocción pueden cambiar el color resultante de los glaseados. Una cocción demasiado caliente puede hacer que los glaseados se derritan y se salgan de las piezas en las estanterías del horno, lo que se traduce en un desastre que habrá que limpiar.

La mayoría de las veces perfecciono mis cocciones haciendo ajustes en base a la cocción anterior. En cada cocción intento obtener un resultado un poco mejor que en la anterior. Los objetivos que se deben alcanzar para obtener una cocción perfecta son la coherencia en todo el horno, índices de calentamiento y de enfriamiento adecuados, y que se alcancen (pero no se excedan) las temperaturas máximas.

Uso mi multímetro colocando el termopar en una "mirilla", un agujero en el costado del horno que permite mirar dentro de él durante la cocción. Configuro el intervalo de registro en 5 minutos y el multímetro digital registra la temperatura. El proceso completo normalmente tarda 24 horas en calentarse y enfriarse. El calentamiento normalmente tarda entre 8 y 10 horas. Después de cada cocción, cargo los datos en mi ordenador e imprimo el gráfico. Verifico los niveles de calentamiento y enfriamiento durante toda la cocción para ver si coinciden con los deseados. Puedo comparar las cocciones de diferentes fechas para ver si es necesario reemplazar elementos del calentamiento.

El multímetro digital me ha ayudado a identificar los problemas del horno. Al utilizar el horno en la escuela, cometíamos errores continuamente. Nunca supimos qué sucedía hasta que usé mi multímetro para diagnosticar el problema. Al registrar la temperatura nos dimos cuenta de que el horno no alcanzaba la temperatura máxima, muy probablemente debido a que no recibía suficiente energía. Fue un hallazgo estupendo porque nos evitó tener que perder el tiempo esperando un mal resultado después de 10 horas. Simplemente dejé el medidor, volví al día siguiente y cargué los datos en mi ordenador.

Uso modelos de hornos que no son precisamente nuevos y se han hecho muchas mejoras en el control de la cocción desde el momento en que fueron construidos hasta ahora. Los hornos más nuevos usan ordenadores y termopares para ajustar la temperaturas mientras el horno cocina. Los usuarios pueden programar el ciclo de cocción en el ordenador del horno y este hará el resto. Mi horno es manual, así que soy yo quien ajusta las velocidades y el corte de temperatura a mano. De cualquier forma, es bueno tener un sistema de termopar separado para registrar lo que pasa en el horno.