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Llegada a casa

La compañía Fluke de hoy en día es una empresa sofisticada, diversificada y con una reputación internacional. ¿Cómo es que esta enorme compañía, con un valor local bajo, se encuentra ubicada en el pequeño pueblo de Everett, Washington? Se trata de volver a casa...

John se graduó en el instituto Stadium de Tacoma, desde el que se divisan el puerto y las vías férreas con gran actividad.

John M. Fluke nació el 14 de diciembre de 1911 en Tacoma, Washington, un pequeño pueblo de madera arenosa y con ferrocarril irónicamente rodeado por la belleza natural del estrecho de Puget y las montañas Cascade. El lado industrial de Tacoma despertaría la curiosidad intelectual de John, al tiempo que su belleza lo llevaría, a fin de cuentas, de vuelta a casa.

Durante la primaria en Washington (de 1916 a 1922), el aula ofrecía una vista panorámica de las montañas Cascade al este y del estrecho de Puget y Seattle al norte. Desde niño, John demostraría ser muy bueno en la rama científica. Estaba fascinado con las locomotoras de General Electric que tiraban de los trenes de Milwaukee Railroad para atravesar las montañas Cascade hacia Tacoma. Estas maravillas de 4000 caballos de fuerza que funcionaban con 3000 voltios de CC, que podrían ganar un mano a mano con una máquina de vapor, no se congelaban en las montañas y usaban un frenado regenerativo para recuperar entre el 40 y 60 por ciento de la energía usada para escalar un grado en la siguiente pendiente. Las locomotoras también despertaron el interés de John por la ingeniería eléctrica.

John asistió al instituto Stadium de Tacoma, construido originalmente por la Northern Pacific Railroad como un hotel, cuya estructura recordaba a la de los castillos franceses. Desde el punto con las mejores vistas de la escuela, John podía ver hacia el norte la terminal oeste de la línea de ferrocarril de Milwaukee. Y hacia el este podía ver, gobernándolo todo, el majestuoso Mount Rainier. John se graduó en el instituto Stadium en 1928, pero nunca dejó atrás el noroeste.

Dos años después, John entró en la universidad de Washington. El paseo principal en la universidad de Washington, Rainier Vista, se percibe en Mount Rainier. John se graduó en 1935 con un grado BSEE (Licenciatura en ciencias de ingeniería eléctrica), un cargo de la Insignia Naval ROTC y el corazón de Lyla Schram. Ambos contraerían matrimonio en 1937 y recibirían la bendición de tres hijos: Virginia, John Jr. y David.

Mount Rainier sobre Tacoma, Washington, lugar de nacimiento de John. Foto de Lyn Topinka. Fuente: USGS/Observatorio Cascades Volcano

Los empleos eran escasos, así que John ingresó en el Instituto de Tecnología de Massachusetts. Entre sus compañeros se encontraba Bill Hewlett, quien posteriormente sería uno de los socios fundadores de HP. John se graduó con un máster en Ingeniería Eléctrica en 1936 y se unió a General Electric en Schenectady, Nueva York. Allí forjó una duradera amistad con David Packard, que más tarde se convertiría en el otro socio en HP.

En 1941, con la amenaza de la Segunda Guerra Mundial, se convocó a Ensign Fluke por parte de la Oficina Naval de Embarcaciones para resolver difíciles problemas eléctricos a bordo para Hyman Rickover (quien fuera posteriormente el Almirante Rickover, padre de la "marina nuclear"). En 1946 se relevó del cargo al comandante Fluke y rechazó oportunidades tanto en la Marina como en General Electric para iniciar una práctica privada de ingeniería.

Se trataba de un joven John M. Fluke experimentando.

Uno de sus clientes, American Machine and Foundry (AMF), había presentado una máquina automática paradora de bolos en 1946. Este modelo inicial no era fiable en su funcionamiento cotidiano y John era uno de los ingenieros contratados para refinar el diseño. John fue el coinventor de ocho patentes, lo que condujo a la nueva presentación comercial de la "Pinspotter" (máquina paradora de bolos) de AMF en 1952.

Las regalías de las patentes de la máquina paradora de bolos proveyeron el capital inicial para la formación de la Compañía de ingeniería de John Fluke en el sótano de su casa en Springdale, Connecticut. En 1948, Fluke tenía dos empleados; su primer producto fue el modelo del medidor 101 VAW (voltios, amperios, vatios) y su primer cliente fue General Electric. Impulsado por la excelencia en el diseño, la fabricación meticulosa y el rápido crecimiento en el campo de los productos electrónicos de estado sólido, el negocio de comprobaciones y mediciones de Fluke dejó atrás rápidamente aquel sótano. David Packard trató de persuadir a Fluke para que se mudara a Palo Alto, cerca de la universidad de Stanford, pero John anunció que "solo quería ir a casa".

El medidor VAW original, el primer producto de la Compañía de ingeniería de Fluke.

1952: Fluke Engineering, con seis empleados, volvió a casa en Seattle, a una tienda única cerca del canal de barcos del lago Washington.
1953: Fluke Engineering se convirtió en empresa: John Fluke Manufacturing, Inc.
1962: Fluke se mudó a una fábrica y una oficina construidas especialmentes en Mountlake Terrace, justo al norte de Seattle.
1981: Fluke se mudó a sus actuales oficinas principales en Everett, Washington. Integrado cuidadosamente en el maduro bosque de abetos Douglas, el nuevo edificio estaba acentuado con enormes rododendros que Fluke adquirió de la colección personal del famoso hibridador Joy Harold Clarke.

A lo largo de su carrera en Fluke, "Senior" fue:

  • un inventor e ingeniero consumado. Contrató a otros como él en la universidad de Washington, Stanford y MIT para desarrollar revolucionarios productos de comprobación y medida.
  • un defensor de la empresa libre. Sirvió como presidente civil de un comité independiente de ciudadanos bajo el Secretario del departamento de defensa, Melvin Laird y Fluke fue una de las primeras compañías estadounidenses en hacer negocios en China en 1973.
  • un amigo de la educación. Fue catedrático en ingeniería de producción y uno de los principales contribuidores al Washington Technology Center en la universidad de Washington, que se conoce hoy en día como Fluke Hall.

John M. Fluke falleció el 11 de febrero de 1984. El severo y franco comandante de marcados principios, dejó un legado de valores que cada empleado de Fluke vive hoy en día:

  1. La seguridad del usuario es lo primero a lo que hay que atender. Cada producto Fluke está diseñado y probado para superar ampliamente las normas internacionales de seguridad.
  2. El equipo Fluke es fiable. Es resistente, fiable y preciso.
  3. "El cliente siempre debe recibir un producto que supere sus expectativas relacionadas con el precio". El producto, el soporte y servicio siempre deben superar las expectativas del cliente.

Fluke ha crecido más allá de los medidores de potencia y los voltímetros diferenciales de la compañía original. La línea de hoy en día incluye multímetros digitales, calibradores, cámaras termográficas, calibradores de procesos, osciloscopios portátiles e instrumentos de mantenimiento de red. Todo ello existe gracias a que un niño que era bueno en tecnología deseaba crear un negocio para volver a casa.