Caso práctico: Agilización de la detección de fugas en sistemas de aire comprimido

Incluso las fugas de aire más pequeñas pueden generar un aumento significativo del desperdicio de producto y energía, así como la pérdida de tiempo de producción, especialmente en una línea de producción que no puede operar sin aire comprimido para alimentar sus herramientas y procesos.

Fluke ii905 Acoustic Camera

Si la presión del aire comprimido es insuficiente para que los equipos funcionen a niveles óptimos, los resultados serán costosos. Cuantas más fugas existan en el sistema, mayor será el esfuerzo que deberá realizar el compresor para suministrar el aire necesario a los equipos, lo que no es óptimo para el propio compresor. Este aumento de la demanda incrementa el riesgo de una cantidad insuficiente de aire comprimido para las herramientas y los equipos de proceso.

Las fugas de aire comprimido también aumentan los costes energéticos. Estudios del sector sugieren que una sola fuga en una línea de aire comprimido de 3 mm puede suponer un coste superior a 2.300 € anuales.

Un socio en el mantenimiento de sistemas de aire comprimido

Con tantas otras prioridades a tener en cuenta, ¿cómo controlar eficazmente las fugas de aire? Esta cuestión fue abordada recientemente por un fabricante líder de equipos pesados al establecer una colaboración para la detección de fugas de aire.

Este fabricante consume entre 51 y 74 metros cúbicos por minuto (m³/min) de aire comprimido cada día. Ese volumen de aire comprimido alimenta hasta 200 herramientas de torsión por línea, así como equipos de proceso encargados de mover grandes láminas de acero de 13 milímetros y posicionar piezas. Una sola fuga en la línea podría afectar a la producción y aumentar el desperdicio de energía. Y esto representa el impacto de una única fuga.

Cuando Fluke ofreció a esta empresa la oportunidad de probar su cámara acústica Fluke ii900, la oferta fue aceptada de inmediato. La cámara acústica Fluke ii900 incorpora una serie de micrófonos diminutos y supersensibles que detectan sonidos tanto en el rango de audición humana como en el rango ultrasónico, y permite visualizar el sonido de forma única al usuario.

Consulte la gama de productos de imagen acústica de Fluke.

Una solución moderna para la detección de fugas de aire

«La capacidad de visualizar dónde se encuentra el problema añade otra dimensión», afirma el responsable de mantenimiento de la empresa. «Los usuarios pueden identificar qué rosca, racor o manguera está afectada. Poder localizar con precisión el origen de la fuga en esa imagen resulta muy beneficioso».

La cámara acústica Fluke puede escanear visualmente grandes áreas desde una distancia de hasta 50 metros (164 pies), lo que agiliza la detección de fugas en la planta y reduce significativamente el número de horas dedicadas anteriormente a esa tarea.

«Algunos días podemos encontrar y reparar entre 30 y 40 fugas en tan solo unas pocas horas», afirmó el responsable. «Además, seguimos siendo capaces de detectar fugas a la altura de las vigas, hasta 6 o 9 metros de distancia, incluso cuando el ruido es extremadamente alto durante las horas de producción».

La búsqueda de fugas sin afectar a la producción ofrece una ventaja significativa para el fabricante. «Nunca habíamos considerado la posibilidad de buscar fugas de aire durante la producción, ya que no podíamos parar los pasillos ni evacuar a la gente de la zona para inspeccionar una posible fuga», explica el responsable. «Ahora podemos situarnos en un lateral y escanear las líneas de aire elevadas mientras carretillas y personal se mueven por debajo. No estamos afectando su trabajo, lo que beneficia a todos».

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